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Novena de la Virgen Desatanudos

Si estás buscando una novena de la Virgen Desatanudos, en este artículo eso es justo lo que podrás encontrar.

novena virgen desatanudos

Esta devoción católica representa a María desatando nudos y el día de hoy podrás encontrar una novena a dicha devoción. Te enseñaremos una novena a la Virgen Desatanudos completa, desde el primero hasta el último día.

Para comenzar a leer la novena a María Desatanudos, selecciona el día que te interesa leer a continuación:

Novena Virgen Desatanudos Día 1

Seguidamente podrás encontrar el primer día de la novena de la Virgen desata nudos:

Madre Purísima, hoy vengo a ti para rogarte que deshagas este nudo de mi vida [menciona aquí tu petición] y me liberes de las trampas del mal. Dios te ha concedido un gran poder sobre todos los demonios. Hoy renuncio a todos ellos, a toda conexión que haya tenido con ellos, y proclamo a Jesús como mi único Señor y Salvador. María, Desatadora de Nudos, aplasta la cabeza del Maligno y destruye las trampas que me ha tendido con este nudo. Gracias, queridísima Madre. Preciosísima Sangre de Jesús, libérame.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 2

María, Madre amada, canal de toda gracia, vuelvo a ti hoy mi corazón, reconociendo que soy un pecador necesitado de tu ayuda. Muchas veces pierdo las gracias que me concedes por mis pecados de egoísmo, orgullo, rencor y mi falta de generosidad y humildad. Hoy me dirijo a Ti, María, Desatadora de nudos, para que le pidas a tu Hijo Jesús que me conceda un corazón puro, despojado, humilde y confiado. Viviré hoy practicando estas virtudes y ofreciéndote esto como muestra de mi amor por Ti. Confío en tus manos este nudo [menciona aquí tu petición] que me impide reflejar la gloria de Dios.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 3

Madre meditadora, Reina del cielo, en cuyas manos se encuentran los tesoros del Rey, dirige hoy tus ojos misericordiosos hacia mí. Confío en tus santas manos este nudo de mi vida [menciona aquí tu petición] y todo el rencor y el resentimiento que ha causado en mí. Te pido perdón, Dios Padre, por mi pecado. Ayúdame ahora a perdonar a todas las personas que consciente o inconscientemente han provocado este nudo. Dame también la gracia de perdonarme por haber provocado este nudo. Sólo así podrás deshacerlo. Ante Ti, queridísima Madre, y en nombre de tu Hijo Jesús, mi Salvador, que ha sufrido tantas ofensas, habiéndosele concedido el perdón, perdono ahora a estas personas [menciona aquí sus nombres] y a mí mismo, para siempre. Gracias, María, Desatadora de Nudos, por deshacer el nudo de rencor en mi corazón y el nudo que ahora te presento. Amén.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 4

Queridísima Santa Madre, que eres generosa con todos los que te buscan, ten piedad de mí. Confío en tus manos este nudo que roba la paz de mi corazón, paraliza mi alma y me impide ir a mi Señor y servirle con mi vida. Deshaz este nudo de mi amor [menciona aquí tu petición], oh Madre, y pídele a Jesús que sane mi fe paralítica, que se abate con las piedras del camino. Que junto a ti, queridísima Madre, pueda ver estas piedras como amigas. Que no murmure más contra ellas, sino que dé infinitas gracias por ellas, y que sonría confiadamente en tu poder.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 5

Madre, Desatadora de Nudos, generosa y compasiva, hoy vengo a ti para confiarte una vez más este nudo [menciona aquí tu petición] de mi vida y pedirte la sabiduría divina para deshacer, bajo la luz del Espíritu Santo, este enredo de problemas. Nadie te vio nunca enfadado; al contrario, tus palabras estaban tan cargadas de dulzura que el Espíritu Santo se manifestaba en tus labios. Aleja de mí la amargura, la ira y el odio que me ha causado este nudo. Dame, oh querida Madre, un poco de la dulzura y de la sabiduría que se refleja silenciosamente en tu corazón. Y así como estuviste presente en Pentecostés, pídele a Jesús que me envíe una nueva presencia del Espíritu Santo en este momento de mi vida. ¡Espíritu Santo, ven a mí!

Novena Virgen Desatanudos Día 6

Reina de la Misericordia, te confío este nudo de mi vida [menciona aquí tu petición] y te pido que me des un corazón paciente hasta que lo deshagas. Enséñame a perseverar en la palabra viva de Jesús, en la Eucaristía, en el Sacramento de la Confesión; quédate conmigo y prepara mi corazón para celebrar con los ángeles la gracia que me será concedida. Amén.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 7

Madre Purísima, hoy vengo a ti para rogarte que deshagas este nudo de mi vida [menciona aquí tu petición] y me liberes de las trampas del mal. Dios te ha concedido un gran poder sobre todos los demonios. Hoy renuncio a todos ellos, a toda conexión que haya tenido con ellos, y proclamo a Jesús como mi único Señor y Salvador. María, Desatadora de Nudos, aplasta la cabeza del Maligno y destruye las trampas que me ha tendido con este nudo. Gracias, queridísima Madre. Preciosísima Sangre de Jesús, libérame.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 8

Virgen Madre de Dios, desbordante de misericordia, ten piedad de tu hijo y deshaz este nudo [menciona aquí tu petición] en mi vida. Necesito tu visita a mi vida como visitaste a Isabel. Tráeme a Jesús, tráeme al Espíritu Santo. Enséñame a practicar las virtudes de la valentía, la alegría, la humildad y la fe y, como Isabel, a llenarme del Espíritu Santo. Haz que me apoye con alegría en tu seno, María. Te consagro como mi madre, reina y amiga. Te doy mi corazón y todo lo que tengo: mi casa y mi familia, mis bienes materiales y espirituales. Soy tuya para siempre. Pon tu corazón en mí para que pueda hacer todo lo que Jesús me diga.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

Novena Virgen Desatanudos Día 9

María Santísima, nuestra Abogada, Desatadora de Nudos, vengo hoy a darte las gracias por deshacer este nudo en mi vida.

[Menciona aquí tu petición]

Tú sabes muy bien el sufrimiento que me ha causado. Gracias por venir, Madre, con tus largos dedos de misericordia a secar las lágrimas de mis ojos; me recibes en tus brazos y haces posible que reciba de nuevo la gracia divina. María, Desatadora de Nudos, Madre querida, te doy las gracias por deshacer los nudos de mi vida. Envuélveme en tu manto de amor, mantenme bajo tu protección, ilumíname con tu paz. Amén.

María, desatadora de nudos, ruega por mí.

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