La oración a la Medalla Milagrosa hace referencia a la medalla de devoción, cuyo diseño fue originado por Santa Catalina Labouré.
En esta página web te vamos a enseñar la oración de la Medalla Milagrosa completa y actualizada. Luego podrás conocer información sobre el origen y la historia de la Virgen de la Medalla Milagrosa y su oración. ¡Conoce la oración de la Virgen de la Medalla Milagrosa a continuación!
Oración de la Medalla Milagrosa completa
Lee a continuación la oración a la Virgen de la Medalla Milagrosa:
María, esta medalla es signo y garantía de tu presencia. Tú estás presente
porque tu poder está presente, tu voz está presente y tu amor está presente.
Por eso, oh maravillosa Mujer sin pecado y Madre mística nuestra, te llamamos ahora
para que cumplas tu garantía. Tráenos las grandes gracias que prometiste a los que
que llevan esta medalla, especialmente a los que la llevan al cuello. Haznos
percibir nuestra presencia ahora y siempre. Haz que experimentemos conscientemente tu poder
tu amor y tu guía, para que con su fuerza empecemos a participar
en tu respuesta perfecta a Dios y a cada una de sus criaturas, y nos unamos a tu guerra
con la antigua Serpiente. Ayúdanos a abandonar por completo nuestros sentimientos y
preocupaciones. Ayúdanos a escucharte y comprenderte. Enséñanos a escuchar y a aprender.
Ayúdanos a responderte hoy y siempre; que hechos uno contigo podamos responder más
responder plenamente con el resto de la Iglesia al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
participando en su vida y unidad.
Acerca de la Medalla Milagrosa
Anteriormente pudiste conocer la oración a la Virgen Milagrosa, también conocida como oración de la Virgen María Milagrosa, que más se utiliza para rezar a esta devoción católica.
A continuación te contaremos un poco más sobre la Medalla Milagrosa, su historia y origen te permitirán conocer aún más sobre esta devoción:
La medalla de la Inmaculada Concepción, comúnmente llamada Medalla Milagrosa, se manifestó a una hija espiritual de San Vicente de Paúl: Santa Catalina Labouré. Esto tuvo lugar en la capilla de la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad, 140 rue du Bac, París, Francia.
Santa Catalina, durante sus días de noviciado, recibió extraordinarios favores de Dios, como visiones del corazón de San Vicente y manifestaciones de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento. En 1830 fue bendecida con las apariciones de María Inmaculada a las que debemos la Medalla Milagrosa.
Santa Catalina describe las apariciones de la Virgen el 27 de noviembre de 1830 con estas palabras: «Sus pies se apoyaban en un globo blanco. Vi anillos en sus dedos, y cada anillo estaba engastado con gemas. Las gemas más grandes emitían rayos más grandes y las gemas más pequeñas, rayos más pequeños. No podría expresar lo que vi, la belleza y el brillo de los deslumbrantes rayos. Una voz dijo: ‘Son los símbolos de las gracias que derramo sobre los que las piden’.
«Un marco se formó alrededor de la Santísima Virgen. Dentro de él estaba escrito en letras de oro: ‘Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti’. Entonces se oyó una voz que decía: «Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos los que la lleven recibirán grandes gracias; deben llevarla al cuello’. En ese momento, el cuadro pareció girar y vi el reverso de la Medalla: una gran «M» coronada por una barra y una cruz; debajo de la «M» estaban los Corazones de Jesús y de María, el uno coronado de espinas y el otro atravesado por una espada».
Cuando Santa Catalina relató la visión a su confesor, éste le preguntó si había visto algún escrito en el reverso de la Medalla. Ella respondió que no había visto nada. Él le dijo que preguntara a la Santísima Virgen qué debía poner allí. La Hermana rezó mucho tiempo a María y un día, durante la meditación, le pareció oír una voz que decía: «La ‘M’ y los dos corazones expresan lo suficiente».
La Medalla se hizo según el diseño de la Virgen. Circuló libremente y en poco tiempo fue llevada por millones de personas.