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Oraciones católicas para la protección del mal

Publicado el 26 de septiembre de 2019

Vivimos en un mundo donde las tentaciones y las atrocidades son visibles. Por eso es inevitable vivir con miedo y ansiedad. Pero el Señor, nuestro Dios, nos prometió que no tenemos de qué preocuparnos porque Él puede protegernos en todo momento. Él siempre estará a nuestro lado y nunca nos abandonará. 

Sin embargo, cuando la ansiedad y el miedo nos superan, las oraciones pueden ser una herramienta poderosa para tranquilizar nuestro corazón y nuestra mente.  Aquí están las oraciones católicas que puedes utilizar para protegerte del mal.

Que ningún mal nos suceda

Oh Dios, Tú eres el preservador de los hombres y el guardián de nuestras vidas. Nos comprometemos a tu perfecto cuidado en el viaje que nos espera. Oramos por un viaje seguro y prometedor. Encarga a tus ángeles sobre nosotros que nos guarden en todos nuestros caminos. Que ningún mal nos sobrevenga, ni que a nuestra morada llegue ningún mal que dejemos atrás. Aunque no estamos seguros de lo que nos depararán los días, estemos preparados para cualquier evento o retraso y lo saludemos con paciencia y comprensión. Bendícenos, oh Señor, para que podamos completar nuestro viaje con seguridad y éxito bajo tu cuidado siempre atento.     

Cuídame

Jesús, me levantaré. Jesús, acompáñame. Jesús, encierra mi corazón en el tuyo y deja que mi cuerpo y mi alma sean encomendados a ti. El Señor es crucificado. Que Dios guarde y proteja mis sentidos para que las desgracias no me superen. En el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

Oración del ángel de la guarda

Ángel de Dios, mi querida guarda, a quien el amor de Dios me encomienda aquí. Siempre este día permanece a mi lado, para iluminar y guiar, para gobernar y proteger. Amén

Oración de San Miguel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las maldades y asechanzas del diablo. Que Dios lo reprenda, oramos humildemente; y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, por el poder de Dios arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que vagan por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.

Oración contra todo mal

Espíritu de nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen María Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del cielo, desciendan sobre mí. Por favor purifícame, Señor, moldeame, lléname de ti, úsame. Destierra de mí todas las fuerzas del mal, destrúyelas, vencelas, para que pueda estar sano y hacer buenas obras. Destierra de mí todos los hechizos, brujerías, magia negra, maleficios, ataduras, maldiciones y el mal de ojo; plagas diabólicas, opresiones, posesiones; todo lo malo y pecaminoso, los celos, el engaño, la envidia; dolencias físicas, psicológicas, morales, espirituales y diabólicas. Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo entero. Mando y ordeno a todos los poderes que me molestan, por el poder de Dios todopoderoso, en el nombre de Jesucristo nuestro Salvador. Por intercesión de la Inmaculada Virgen María, para dejarme para siempre y ser consignados al infierno eterno donde serán atados por San Miguel arcángel, San Gabriel, San Rafael, nuestros ángeles guardianes, y donde serán aplastados bajo el talón de la Inmaculada Virgen María.  

(Relacionado: Los Santos Incorruptibles de la Iglesia Católica )

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