¿Qué dice la Biblia sobre los bebés no bautizados?

El paedobautismo, bautizo o bautismo infantil es una práctica común en muchas ramas cristianas, incluida la Iglesia Católica.

El bautismo de bebés o niños se distingue del bautismo normal de cristianos mayores (llamado bautismo de creyentes), no sólo por la edad, sino porque los bebés no pueden confesar su fe.

Entonces, ¿es apropiado bautizar a un niño y qué dice la Biblia sobre los bebés no bautizados? ¿Puedo bautizar a mi hijo yo mismo? Continúe leyendo para obtener más información.

El bautismo infantil en la Biblia

Hay muchos versículos bíblicos que establecen explícitamente la importancia del bautismo. Aquí hay uno de Hechos 2:38;

Y Pedro les dijo:

“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Y aquí está el mandato de Jesús a sus discípulos en Mateo 28:19;

Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Sin embargo, no hay un solo versículo de la Biblia que pida el bautismo de bebés o niños. Tampoco hay ningún versículo que diga que los niños no pueden ser bautizados.

De hecho, la Iglesia Católica y muchas denominaciones cristianas dicen que hay muchas escrituras que infieren la importancia de bautizar a todos, incluidos los bebés y los niños. Señalan casos de discípulos que bautizaron a familias enteras, aunque las Escrituras no aclaran la edad de los niños.

Una de las razones por las que la iglesia dice que es esencial bautizar a los niños es para deshacerse del pecado original. Los bebés no tienen pecado real, pero todavía están contaminados por el pecado original que desciende de la desobediencia de Adán y Eva.

Aquí está Romanos 5:12;

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

El bautismo de los niños los salva del pecado original. Esto los prepara para recibir el espíritu santo y llegar a ser parte del cuerpo de cristo. Como dice Juan 3:3;

El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.

Esto se aplica a todos, incluidos los bebés.

Entonces, ¿qué pasa con los bebés no bautizados?

Bueno, según la Biblia, viven en pecado. No el pecado real (los bebés son incapaces de cometerlo) sino el pecado original. En otras palabras, todavía no han nacido de nuevo.

¿Qué pasa si muere un niño no bautizado? ¿A dónde va?

Una vez más, la Biblia no es clara al respecto. Pero la última doctrina del Vaticano afirma que los bebés no bautizados van al cielo en lugar de quedarse atrapados en el limbo.

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¿Qué pasa con la fe y la confesión?

Quienes se oponen al bautismo de niños basan sus argumentos principalmente en la incapacidad de los bebés de confesar su fe. Dicen que no hay bautismo sin fe en la iglesia y en Jesús.

Pero los cristianos refutan esto argumentando que el bautismo no se trata de nuestra declaración sobre Dios o la fe; más bien, se trata del perdón de nuestros pecados por parte de Dios. Es la puerta de entrada a la salvación y al cuerpo de Cristo.

Entonces, si un niño profesa su fe o no, no importa.

¿Puedo bautizar a mi hijo yo mismo?

En la Iglesia Católica, sólo un ministro ordenado como un obispo, sacerdote o diácono puede administrar el bautismo. En la mayoría de los casos, el párroco, o alguien delegado por el sacerdote, realizará el bautismo.

En circunstancias normales, no puedes bautizar a tu hijo tú mismo en casa ni en ningún otro lugar.

Dicho esto, el Código de Derecho Canónico tiene excepciones específicas. Si hay peligro de muerte , cualquiera que esté bautizado puede realizar un bautismo de emergencia y será válido.

Hay que echar agua sobre la cabeza del niño y repetir las palabras adecuadas:

“Yo os bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. 

Pero esto sólo es aceptable si el niño está en peligro de muerte. De lo contrario, no podrá administrar el sacramento usted mismo. Lea también nuestro artículo sobre si ambos padres deben ser católicos para bautizar a sus hijos.