Santa Brígida de Suecia (Fuente de la imagen: Wikipedia)
Publicado el 7 de noviembre de 2019
Estas siete oraciones de Santa Brígida, en las que oró durante doce años, son para honrar las siete veces que Jesús derramó su preciosa sangre por nosotros. El Señor dice que cualquiera que recite y ore estas oraciones diariamente durante los doce años completos obtendrá las cosas que el Señor le había prometido a Santa Brígida. Prometió que el alma que rece estas siete oraciones:
- No sufrirá ningún purgatorio
- Será aceptado entre los Mártires como si hubiera derramado su sangre por su fe.
- Puede elegir a otros tres a quienes Jesús luego mantendrá en un estado de gracia suficiente para llegar a ser santos.
- Nadie en las cuatro generaciones sucesivas del alma que las reza se perderá. Se tomará conocimiento de su muerte con un mes de antelación.
Las siete oraciones de Santa Brígida
Rezo inicial
Oh Jesús, ahora deseo rezar siete veces el Padrenuestro en unidad con el amor con el que Tú santificaste esta oración en Tu Corazón. Llévalo de mis labios a Tu Divino Corazón. Mejórala y complétala tanto que traiga a la Trinidad tanto honor y alegría como Tú se la concediste en la tierra con esta oración. Que éstos se derramen sobre Tu Santa Humanidad en Glorificación a Tus Dolorosas Llagas y a la Preciosa Sangre que de ellas derramaste.
Primera oración: la circuncisión
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, por las manos inmaculadas de María y por el Divino Corazón de Jesús, te ofrezco las primeras llagas, los primeros dolores y la primera Sangre como expiación por mis pecados de juventud y los de toda la humanidad, como protección contra el primer pecado mortal, especialmente entre mis familiares.
Segunda Oración: El Sufrimiento en el Monte de los Olivos
Reza 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, entonces: Padre Eterno, por las manos inmaculadas de María y el Divino Corazón de Jesús, te ofrezco el terrible sufrimiento del Corazón de Jesús en el Monte de los Olivos y cada gota de Su Sudor Sangriento como expiación por mis pecados del corazón y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para la difusión del Amor Divino y fraternal.
Tercera oración: los azotes
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, a través de las manos inmaculadas de María y del Divino Corazón de Jesús, te ofrezco los miles de Llagas, los Dolores espantosos y la Preciosa Sangre de la Flagelación como expiación por mis pecados de la Carne y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y la preservación de la inocencia, especialmente entre mis familiares.
Cuarta Oración: La Coronación de Espinas
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, por las manos inmaculadas de María y el Divino Corazón de Jesús, te ofrezco las Llagas, los Dolores y la Preciosa Sangre de la Santa Cabeza de Jesús desde la Coronación de Espinas como expiación por mis pecados del Espíritu y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y la expansión del reino de Cristo aquí en la tierra.
Quinta Oración: El Cargar de la Cruz
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, por las manos inmaculadas de María y el Divino Corazón de Jesús, te ofrezco los Sufrimientos en el camino de la Cruz, especialmente Su santa llaga en Su hombro y su preciosa sangre como expiación por mi rebelión y la de toda la humanidad contra la Cruz, toda queja contra Tus Santos Disposiciones y todos los demás pecados de la lengua, como protección contra tales pecados y por verdadero amor a la Cruz.
Sexta Oración: La Crucifixión
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, por las manos inmaculadas de María y por el Divino Corazón de Jesús. Te ofrezco a Tu Hijo en la Cruz, Su Clavar y Levantar, Sus Llagas en Manos y Pies, y los tres arroyos de Su Preciosa Sangre que de ellas brotaron por nosotros. Sus extremas torturas del Cuerpo y del Alma, Su preciosa Muerte y su Renovación sin sangrado en todas las Santas Misas de la tierra como expiación de todas las heridas contra los votos y reglamentos dentro de las Órdenes, como reparación por mis pecados y todos los del mundo, por el enfermos y moribundos, por todos los santos sacerdotes y laicos, por las intenciones del Santo Padre hacia la restauración de las familias cristianas, por el fortalecimiento de la fe, por nuestro país y la unidad de todas las naciones en Cristo y su Iglesia, así como por la diáspora. .
Séptima oración: La perforación del costado de Jesús
Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, luego:
Padre Eterno, acepta como digna, para las necesidades de la Santa Iglesia y como expiación por los pecados de toda la Humanidad, la Preciosa Sangre y Agua que brotaron de la Llaga del Divino Corazón de Jesús. Sé amable y misericordioso con nosotros. Sangre de Cristo, último contenido precioso de Su Sagrado Corazón, ¡lávame de toda culpa de pecado mía y de los demás! Agua del Costado de Cristo, lávame de todo castigo por el pecado y apaga las llamas del Purgatorio para todas las Pobres Almas y para mí. Amén.
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